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LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL

EL CALENTAMIENTO GLOBAL. SU GÉNESIS.
La atmosfera terrestre es la capa “protectora” de los rayos solares que llegan a la tierra; Uno de los servicios más importantes proporcionados por los ecosistemas es el de mantener la atmosfera en equilibrio respecto de la recepción de la radiación solar y la emisión de radiación infrarroja (radiación infrarroja es la que corresponde a longitudes de onda más largas su efecto aumenta la agitación de las moléculas, provocando el aumento de la temperatura, el CO2 , el vapor de agua y las pequeñas gotas de agua que forman las nubes absorben con mucha intensidad estas radiaciones). Esta acción de equilibrio antes descripta se llama balance energético de la Tierra y toda alteración de este balance de radiación, ya sea por causas naturales u originadas por el hombre (antropogenicas), supone un cambio del clima y del tiempo asociado.
Los flujos de energía entrante y saliente interaccionan en el sistema climático ocasionando muchos fenómenos tanto en la atmósfera, como en el océano o en la tierra. Así la radiación entrante solar puede dispersarse en la atmósfera o ser reflejada por las nubes y los aerosoles (partículas sólidas y gotas liquidas) la superficie terrestre puede reflejar o absorber la energía solar que le llega; la energía solar de onda corta se transforma en la Tierra en calor. Esa energía no se disipa, se encuentra como calor sensible o calor latente, se puede almacenar durante algún tiempo, transportarse en varias formas, dando lugar a una gran variedad de tiempo y a fenómenos turbulentos en la atmósfera o en el océano. Finalmente vuelve a ser emitida a la atmósfera como energía radiante de onda larga.

EFECTO INVERNADERO ANTROPOGÉNICO.
EL FUNDADOR DEL CAMBIO CLIMÁTICO GLOBAL.
Este proceso que se forma con la llegada de los rayos solares por el que el aire de la atmósfera terrestre retiene gran parte de la radiación infrarroja emitida por la Tierra y la remite de nuevo a la superficie terrestre calentando la misma, se conoce como efecto invernadero.
El efecto invernadero en sí, es esencial para la vida del planeta: sin dióxido de carbono, ni vapor de agua, la temperatura media de la Tierra sería unos 33 °C menos, del orden de 18 °C bajo cero, lo que haría inviable la vida. La atmosfera está compuesta por unos gases llamados “de invernadero”: Vapor de agua (H2O), Dióxido de carbono (CO2), Metano (CH4). Óxidos de nitrógeno (NO2) Ozono (O3), Clorofluorocarbonos (artificiales). Si la cantidad de esos gases fuere insuficiente la tierra sería una esfera helada, al igual que el planeta Marte o si la cantidad fuera excesiva sería una esfera caliente semejante a Venus, por lo que el efecto invernadero es vital, estamos ante este el efecto invernadero natural.


Pero hoy el mismo se está viendo acentuado en la Tierra por la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano, debido a la actividad humana.
Actualmente el dióxido de carbono presente en la atmósfera está creciendo de modo no natural por las actividades humanas, principalmente por la combustión de carbón, petróleo y gas natural que está liberando el carbono almacenado en estos combustibles fósiles y la deforestación de la selva pluvial que libera el carbono almacenado en los árboles. Por tanto es preciso diferenciar entre el efecto invernadero natural y este efecto invernadero antropogénico. Las sistemáticas emanaciones de dióxido de carbono liberadas a la atmosfera, junto con el crecimiento de otros gases de efecto invernadero van calentando gradualmente el planeta, elevando la temperatura del sistema atmosférico con el consecuente cambio climático.
La comunidad científica es conteste en que la temperatura promedio de la superficie terrestre puede llegar a aumentar hasta 4.5ºF en el transcurso de los próximos 50 años (2001-2050), y hasta 10ºF durante este siglo.
Este incremento en la evaporación de agua resultará en un aumento en la intensidad y frecuencia de los huracanes y tormentas. También será la causa de que la humedad del suelo se reduzca debido al alto índice de evaporación, y que el nivel del mar aumente un promedio de casi dos pies en los países costeros.

CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO GLOBAL EN LOS PEQUEÑOS ESTADOS INSULARES.
Los Estados insulares y atolones de baja altura son especialmente vulnerables al cambio climático y al aumento del nivel del mar que éste conllevaría, dado que en muchos casos (Bahamas, Kiribati, las Maldivas o las Islas Marshall), una gran parte de la superficie raramente sobrepasa hoy los 3-4 m por encima del nivel medio del mar. Numerosas islas de mayor altura son también vulnerables a los efectos del cambio climático, particularmente en su zona costera, en la que casi invariablemente se concentran los principales asentamientos y la infraestructura económica esencial.
Efectos en los Ecosistemas
Aunque las proyecciones no indican que los aumentos de temperatura vayan a tener unas consecuencias adversas generalizadas, algunos ecosistemas críticos como los arrecifes de coral son muy sensibles a los cambios de temperatura. Algunos arrecifes son capaces de adaptarse al rápido aumento del nivel del mar, pero en muchos lugares de los trópicos (por ejemplo, el Mar Caribe, o el Océano Pacífico) ciertas especies de corales viven ya al límite de su tolerancia de temperatura. Una subida de la temperatura del agua (por encima de los máximos estacionales) puede dañar seriamente los corales por decoloración y perjudicar sus funciones reproductivas, ocasionando una mayor mortalidad.

La capacidad de adaptación de los manglares al cambio climático variará según las especies y las condiciones locales (por ejemplo, la presencia o no de entornos de grandes mareas y ricos en sedimentos, o la disponibilidad de agua dulce en cantidades suficientes para mantener el balance de salinidad).
La capacidad natural de los manglares para adaptarse y migrar hacia tierra se reducirá también probablemente, debido a la pérdida de tierra en las costas y a la presencia de infraestructura en la zona costera. En algunas islas, los ecosistemas están ya acusando los efectos de otros factores antropógenos (por ejemplo, la contaminación) que podrían constituir una amenaza de la misma magnitud que el cambio climático. Éste vendría a ser un factor más, poniendo aún más en peligro la viabilidad a largo plazo de estos ecosistemas tropicales.

Consecuencias en la Hidrología y recursos hídricos.
La escasez de agua dulce constituye un grave problema en numerosos pequeños Estados insulares, muchos de los cuales dependen en gran medida del agua de lluvia para su abastecimiento. Un cambio en las pautas de precipitación podría causar graves problemas a esos países.
En los Sistemas costeros.
Se espera un mayor grado de erosión y una mayor pérdida de tierra en las costas en muchos pequeños estados insulares por efecto del aumento previsto en el nivel del mar. En el caso del atolón Funafuti, en las Islas Tuvalu, se estima que, si el nivel del mar aumentara en 1 m, hasta un 80% y un 12.5% (respectivamente) de la extensión de tierra total podrían resultar vulnerables. En términos generales, se espera que los balances de sedimento de las playas resulten afectados negativamente por una menor deposición de sedimento. En las islas altas, sin embargo, un aumento de la acumulación de sedimento de los cursos de agua ayudaría a compensar la arena perdida en los arrecifes. Se espera también que los Estados insulares y atolones de baja altura experimenten un mayor número de crecidas e inundaciones, y de salinización (de los suelos y de los embalsamientos de agua dulce), como consecuencia directa del aumento del nivel del mar.

Asentamientos humanos e infraestructura. Consecuencias en la Salud humana.
En cierto número de islas, es probable que corran peligro las infraestructuras esenciales y los principales núcleos de población actualmente situados al nivel del mar, o próximos a éste, y cercanos a la costa (frecuentemente a 1-2 km de ésta, como sucede en Kiribati, Tuvalu, las Maldivas o las Bahamas). Además, las evaluaciones de vulnerabilidad sugieren también que los costos de protección de la orilla y de la infraestructura podrían ser muy gravosos para algunos de esos países. Se prevé que el cambio climático acentúe los problemas de salud en relación con las enfermedades vinculadas al calor, el cólera, el dengue y el envenenamiento por biotoxinas, y que sobrecargue aún más los esquemas de asistencia sanitaria de la mayoría de esas islas.

Consecuencias en el Turismo.
El turismo es el sector económico dominante en algunos pequeños estados insulares del Mar Caribe y de los Océanos Pacífico e Índico. Este sector proporciona también un gran volumen de moneda extranjera a diversos pequeños Estados insulares, muchos de los cuales dependen en gran medida de la importación de alimentos, combustible y otros muchos bienes y servicios esenciales. En 2008, los ingresos de moneda extranjera obtenidos del turismo proporcionaron también a algunos países más del 50% de sus ingresos totales. El cambio climático y el aumento del nivel del mar afectarían al turismo de manera directa e indirecta. La pérdida de playas por erosión e inundaciones, la salinización de los acuíferos de agua dulce, un mayor efecto de desgaste sobre los ecosistemas costeros, los daños producidos en la infraestructura por las tormentas tropicales y extratropicales, y una pérdida de instalaciones recreativas en general pondrían en peligro la viabilidad, y amenazarían la sostenibilidad a largo plazo, de esta importante industria en muchas pequeñas islas.

LLEGANDO A TUVALU.
HIPÓTESIS SATELITE: es solo el calentamiento global el responsable de la futura extinción de Tuvalu?
Para mediados de siglo XXI, gran parte de la comunidad científica estima que el cambio climático global reduciría los recursos naturales de Tuvalu lo suficiente como para no poder cubrir las demandas de la población. Ya que a medida que incrementa la temperatura del mar, mueren más corales, las mareas son mayores, las tormentas aún peores y las costas se reducen, lo cual hace incierto el futuro de varios países, en especial el de Tuvalu. En el 2001 el gobierno de Tuvalu anunció que las islas, de las cuales el punto más elevado es de 5 msnm, tendrían que ser evacuadas en caso de aumento del nivel del océano. En efecto, la elevación que se viene produciendo del nivel del océano a causa del recalentamiento global, aunque aún es poco perceptible en otros países, resulta evidente en Tuvalu debido a su escasísima altitud y a lo exiguo del territorio, de modo que durante las mareas altas acompañadas de tormentas gran parte del país queda sumergido.
Antes de arribar la hipótesis es preciso aclarar algunas cuestiones, Tuvalu se encuentra en Oceanía, está formado por cuatro arrecifes de coral y cinco atolones, con un área total de 25,44 km². Forma parte de la gran barrera de coral al norte de Australia.
Un atolón es morfológicamente un arrecife de forma anular que incluye una laguna en el centro, la laguna interior se comunica con el mar. Los atolones se forman cuando un arrecife de coral crece alrededor de una isla volcánica, a medida que la isla se va hundiendo en el océano.

Los arrecifes son estructuras sólidas del relieve del fondo marino formadas predominantemente por el desarrollo acumulado de corales pétreo, estas zonas reciben un flujo continuo de nutrientes, lo que las convierte en hábitats ideales para una gran diversidad de especies acuáticas.
Esta formación biológica – geológica hace de este país un ecosistema vulnerable, se define la vulnerabilidad de un ecosistema como el grado en que un sistema natural podría resultar afectado por el cambio climático. La vulnerabilidad está en función de la sensibilidad de un sistema a los cambios del clima (el grado en que un sistema responderá a determinado cambio del clima, incluidos los efectos beneficiosos y perjudiciales), y de su capacidad para adaptar el sistema a dichos cambios (el grado en que los ajustes introducidos en las prácticas, procesos o estructuras pueden moderar o contrarrestar los posibles daños o beneficiarse de las oportunidades creadas, por efecto de determinado cambio del clima). En este contexto, un sistema muy vulnerable sería aquel que fuera muy sensible a pequeños cambios del clima, incluyéndose en el concepto de sensibilidad la posibilidad de sufrir efectos muy perjudiciales, o aquel cuya capacidad de adaptación se hallara seriamente limitada.

Como se forman los atolones?
Del fondo del mar surge un volcán, creando una isla volcánica. Pero el suelo sobre el que se asienta es muy inestable, y el propio peso de la montaña volcánica lo va hundiendo lentamente, en los bordes de esa isla, antes de hundirse, se forma coral, que va creciendo según la isla se hunde para mantenerse siempre a nivel de ras de agua. Formando una laguna que suele tener una profundidad de unos 15 / 20 metros. Con el tiempo, en el anillo de coral se va acumulando arena, sobre todo en el lado de los vientos dominantes. Y sobre la arena se depositan cocos que llegan flotando, de los que nacerán cocoteros. La vegetación ayuda a mantener la arena en su sitio.
Debajo de la superficie de la mayoría de las islas hay un cuerpo de agua dulce con la forma de una lente que flota sobre el agua salda debajo suyo. Cuando el nivel del mar asciende se está contaminando al depósito de agua dulce con agua salada. Esta aseveración se sustenta con lo expuesto por Charles Darwin, de que los atolones de coral esencialmente flotan sobre la superficie del mar. Por lo que cuando el mar sube de nivel, el atolón también asciende, y cuando el nivel del mar desciende, también lo hace la isla.
Los atolones existen en un delicado equilibrio entre arena nueva y escombros de coral que son agregados desde el arrecife, y arena y escombros que son erosionados por el viento y las olas de regreso al mar. Cuando el mar desciende, más arena se desploma o desbarranca desde las partes altas, y el atolón queda más expuesto a la erosión del viento. El atolón desciende junto con el nivel del mar. Cuando el nivel sube la erosión del viento disminuye. El coral crece junto con el aumento del nivel del mar. El flujo de arena y escombros sobre el atolón continúa y el atolón se eleva. Dado que los atolones suben y bajan junto con el nivel del mar, la idea de que podrían ser sepultados por las aguas cuando suba el nivel del mar es totalmente infundada para cierto sector de la comunidad cientifica.1 Los atolones son como boyas.

Dado ese hecho científicamente establecido. ¿Por qué hay una intrusión de agua salada en las lentes de agua dulce? Hay varios factores que afectan a esto.
El primero y principal, la lente de agua es una cantidad limitada. A medida de que la población de una isla aumenta se retira cada vez más agua del reservorio.2 El final inevitable de esto es la invasión de agua del mar en reemplazo de la extraída. Esto afecta tanto a los pozos como a las plantas, ya que ambos extraen agua de la misma lente. El agua de mar está ingresando porque se está extrayendo agua dulce del reservorio.
La segunda razón para la intrusión de agua salada en la lente es la reducción en la cantidad de arena y escombros que se acumula en el atolón y que provienen del arrecife. Cuando se perturba el equilibrio entre arena agregada y arena perdida, el atolón se achica. Esto tiene dos causas principales la extracción de corales y la “matanza del pez equivocado”.
El uso de coral para la construcción en muchas islas es sumamente común. Algunas veces esto se hace de una manera que daña al arrecife como también lo hace la extracción de coral con la consecuente pérdida de la arena del arrecife, que es esencial para la continuada existencia del atolón.
La causa de la pérdida de la arena es la indiscriminada matanza de los peces conocidos como „parrot fish‟ (pez loro) y otros peces con „picos‟ que se alimentan de las algas de los arrecifes. Los peces loro y otros peces de pico crean la arena al moler el arrecife con sus mandíbulas masivas, digiriendo el alimento y excretando el coral molido.
La tercera razón para la intrusión de agua salada en las lentes es el ciclo de mareas. El flujo de las mareas es un efecto natural, por lo que su impacto cíclico es común.

CONCLUSIONES AL PRIMER APARTADO.
La vulnerabilidad de Estados insulares como el de Tuvalu frente al cambio previsto del clima, es necesario evaluarla desde un punto de vista integrador.
La interacción entre diversos atributos biofísicos (por ejemplo, las dimensiones, la altura, o el aislamiento relativo) y el carácter económico y sociocultural de la isla determinará en última instancia la vulnerabilidad de éstas. Además, algunas de ellas están expuestas periódicamente a riesgos no relacionados con el clima (por ejemplo, terremotos, erupciones volcánicas, tsunamis); no es posible evaluar con precisión la vulnerabilidad global de estas islas sin tener en cuenta esos riesgos. Del mismo modo habría que tomar en consideración el, los bienes de subsistencia, la estructura comunitaria, o los conocimientos y artes tradicionales que podrían resultar también amenazados por el cambio climático.
Los pequeños Estados insulares son muy vulnerables al cambio climático y al aumento del nivel del mar a nivel mundial.
En cuanto a las causales generadoras del calentamiento global (y sus consecuencias) las mismas son en última instancia, de causa antropogénica esto es la intervención del factor humano.

Esto lleva a una serie de deducciones:
La primera es que Tuvalu ha apresurado su proceso de extinción; el caso Tuvalu específicamente muestra como localmente se pueden acelerar los procesos ya iniciados por el hombre reflejado en el recalentamiento global. En el atolón las condiciones de relación hombre - medio hicieron de un recurso renovable como los arrecifes un recursos no renovable, ya que los habitantes han cambiado la tasa de renovación de este recurso haciendo, que la producción de arena de los arrecifes sea más lenta y esto propicia la llegada de las aguas saladas a las reservas de agua dulce del atolón. Y como se explicitó los arrecifes3 reciben un flujo continuo de nutrientes, tanto para la agricultura como para la vida humana. .
Además de las delicadas condiciones geográficas de este Estado, es notable la sobrepoblación que sufre aunque, si bien numéricamente no parece considerable ( 11.810 habitantes ) hay que analizar este número juntamente con las escases de los recursos, la capacidad del ecosistema y su resiliencia. Paradójicamente Tuvalu el primer país sin emisiones de carbono, luego de abandonar los combustibles fósiles y generar toda su energía de fuentes renovables. Pero el estado tuvaluano debe afrontar que los problemas que existen en la naturaleza son esencialmente sistémicos, esto es relacionado unos con otros y se presentan en el sistema como una unidad, como consecuencia de ello problemas que fueron tratados de una forma secundaria al interaccionar con el resto pueden convertirse en una amenaza principal para el desarrollo más aun en donde la producción agrícola es la base de la economía de la región. Esta situación se potencia dentro de un ecosistema vulnerable como el atolón ya expuestas.

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