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EL DESARROLLO SUSTENTABLE

El termino desarrollo sostenible, se popularizo, en el documento “nuestro futuro común”, preparado por la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo, después de que su presidenta Gro Harlem Brundtland, por entonces primera ministra de Noruega, explicara en el prólogo del documento, que en diciembre de 1983 fue invitada por La Secretaria Gral de Naciones Unidas a dirigir una investigación y preparar un documento sobre el cambio ambiental global.
Los términos de referencia del presente, eran la propuesta a largo plazo de estrategias medioambientales, para obtener un desarrollo sostenible al año dos mil, en adelante, e identificar las relaciones entre población, recursos y medioambiente, para incorporarlos en políticas nacionales e internacionales de desarrollo.
En esencia la principal declaración de la comisión de Brundtland, es que el desarrollo sostenible, es aquel en el cual, se posibilita cubrir las necesidades de la generación presente, sin comprometer, las necesidades de las generaciones futuras. Se trata de un criterio antropocéntrico, regido por dos ideas, la idea de necesidad y la idea de limitación. En tales rumbos la Comisión considero, que había limitaciones, al uso de energía, agua, tierra y materias primas, en miras de asegurar el acceso equitativo a los recursos, reorientando la tecnología para regular las tensiones que puedan existir, sosteniendo que los ecosistemas no pueden mantenerse intactos, ya que el crecimiento económico produce la metamorfosis de estos, entendiendo, que ningún sistema recursivo, puede mantener su potencia a perpetuidad.
El informe de la Comisión (1987), introdujo en la ONU, las bases piramidales de la agenda XXI, sobre desarrollo sostenible, la cual en el punto XXVIII, establece el derecho de legitima herencia del erario ambiental de los niños y la responsabilidad de preservarlo para su trasmisión. La Comisión Mundial sobre el Medio ambiente y desarrollo se constituye como organismo independiente a través de la Asamblea General de las Naciones Unidas y en sus funciones, reexamina las cuestiones críticas relacionadas con el medio ambiente y el desarrollo.
Lo que debe sostenerse, sin embargo, debe sostenerse dentro de la noción de democracia y justicia. Un sistema sostenible es aquel, en que la capacidad del ecosistema de renovarse y evolucionar es viable, dentro de la capacidad para crear que poseen los sistemas sociales. La sostenibilidad es una trayectoria humana a seguir y no un fin en sí mismo, por lo cual es justo decir que es más fácil, decirlo, que sostenerlo.

Para alcanzar esta práctica, la Comisión señalo que debe producirse un cambio en los acuerdos institucionales y legislativos, en torno a la acción pública, en la toma de decisiones sobre el medio ambiente, dentro de la sociedad tecnodidacta, es decir una sociedad dependiente de la tecnología.
Las directrices para el desarrollo sostenible, importan la preservación de la vida en los sistemas, primariamente apoyado en la protección de la biodiversidad, manteniendo y proveyendo al recupero de los ecosistemas, en torno a la manutención de la actividad humana a tono con la capacidad acogida por el planeta.
Por su lado, un desarrollo sostenible requiere intercambios entre los intereses individuales y los colectivos, dentro de la cultura occidental, en la cual se ha favorecido la supremacía de los derechos individuales.
Las cuestiones ambientales reflejan problemas colectivos que surgen de una acumulación, de los efectos negativos de las decisiones individuales, de manera que algunos derechos individuales deben ceder ante la necesidad colectiva, aunque la mayoría de las sociedades se resisten al cambio, lo que proporciona estabilidad, pero también un conservadurismo que lleva a rechazar nuevas vías u acciones. Sin considerar que tales acciones positivas, en caso de ser realizadas por las instituciones, sean apreciables monetariamente, sino que la acción sea medida en la capacidad de utilización del recurso de la forma más amplia, sin atentar contra la herencia generacional, lo que implica superar la arrogancia de los más poderosos.
Aunque el desarrollo sostenible pueda proporcionar una visión sobre el futuro, no existe siempre un camino claro para alcanzarlo, incluso si los medios y los fines están identificados y mediando la posibilidad de que otros sucesos puedan crear obstáculos para su realización. Por ejemplo en 1991 el Gobierno de Indonesia promociono el turismo con el lema “el año de viajar a Indonesia”, lo que creo expectativas económicas de relevancia, pero en el invierno de 1991 la Guerra del Golfo modifico dramáticamente los patrones que regían el turismo internacional, ya que el turismo proveniente de Norteamérica y Europa cancelo sus estadías, por cuya razón las tasas hoteleras cayeron dramáticamente, esto es ejemplo de la incertidumbre que reina en una política a la cual pretendemos enfrentar a la hora de anticipar los cambios.

Tuvalu: Un ejemplo de desarrollo sustentable.Tuvalu, uno de los países más pequeños del mundo, espera convertirse en un ejemplo de desarrollo sustentable, pese a que en cincuenta años o tal vez menos, puede quedar sumergido bajo las aguas del océano Pacífico. Las proyecciones de especialistas indican que el aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático sumergirá a esa nación insular cercana a Australia y hoy con diez mil quinientos habitantes.
Ya se finalizó la construcción del primer digestor de biogás de la historia en una isla de coral, informó Gilliane Le Gallic, presidenta de Alofa Tuvalu, una organización con sede en París que trabaja con el gobierno de la isla.
Ubicado en un pequeño islote cerca de Funafuti, la capital de Tuvalu, el digestor de biogás usa estiércol de unos sesenta cerdos para producir combustible para cocinas. Más de cuarenta lugareños fueron capacitados en el campo de energías renovables en el novel Centro Nacional de Entrenamiento de Tuvalu, "Intentan crear modelos simples y viables de desarrollo sustentable que puedan ser reproducidos por otros en otras partes".
Tanto el gobierno como la población de Tuvalu apoyan fuertemente el plan y quieren que se convierta en "un modelo de una Nación ambientalmente respetable". "Tuvalu puede ser un símbolo poderoso y un ejemplo para el mundo", aseguró Le Gallic.
El territorio de esta ex colonia británica está compuesto por nueve islas de coral, coronadas por una densa vegetación tropical que cubre alrededor de veintiséis kilómetros cuadrados. Se trata de una de las naciones más bajas del mundo, con menos de cuatro metros por encima del nivel del mar en su punto más elevado. Durante la última primavera austral, las "mareas del rey" fueron las más altas que se recuerde, inundando muchas de las islas y acelerando la erosión y el ingreso de agua salada, lo cual vuelve infértil al suelo.
En Tuvalu, los niveles del océano aumentan a un ritmo que duplica el promedio global pronosticado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas. Y ese aumento puede estar acelerándose a medida que se incrementan las temperaturas globales.
En los últimos doce años, Tuvalu reportó el aumento de diez centímetros en el nivel del mar, según el South Pacific Sea Level and Climate Monitoring Project (Proyecto de monitoreo del nivel del mar y el clima en el sur del océano Pacífico).

Como la mayoría de los tuvaluanos viven a sólo uno o dos metros sobre el nivel del mar, los expertos dicen que buena parte de la cadena insular puede quedar sumergida en cincuenta años, y posiblemente más pronto si se desata una tormenta importante. Más de cuatro mil personas ya abandonaron las islas para vivir en la vecina Nueva Zelanda.
El gobierno de Tuvalu urgió a las naciones industrializadas a actuar de modo urgente sobre el cambio climático. En una entrevista con, Enele Sopoaga, ex representante permanente de Tuvalu ante la ONU, esta expresó una frustración extrema por "los dobles discursos de las naciones industrializadas" y por su inacción ante el cambio climático.
Al mismo tiempo, criticó a otros países por sus políticas de derechos humanos "mientras juegan con las vidas de los isleños y de los inuit", refiriéndose a los pueblos nativos del Círculo Ártico, cuyos medios tradicionales de subsistencia son destruidos por el recalentamiento planetario.
La economía de subsistencia de Tuvalu, que dependía de la pesca y de las huertas locales, hace poco tiempo pasó a importar alimentos y combustible. Ubicado aproximadamente 1.000 kilómetros al norte de Fiji, el país está aislado y no tiene nada que vender al resto del mundo más que el nombre de dominio de Internet "tv". Los desechos generados por la actividad humana se transformaron en problemas ambientales locales, ya que no hay plantas de tratamiento o eliminación de residuos.
Está previsto que un segundo digestor de biogás que utiliza residuos humanos siga adelante en Funafuti, dijo Sarah Hemstock, una científica ambiental especializada en biomasa, de la firma SH Solutions. "No hay ninguna tecnología más elemental que convertir desechos humanos y animales en gas", afirmó Hemstock, consultante del Centro Imperial para las Políticas de Energía y Tecnología en Londres.
Hace veinte años, Tuvalu tenía un proyecto pionero de energía solar que funcionó durante aproximadamente doce años. La población local no tuvo los recursos o habilidades para mantenerlo y cuando el equipamiento necesitó reparaciones o repuestos fue abandonado. Tuvalu siempre necesitará alguna ayuda del exterior, en condiciones de solidaridad y cooperación, para llevar adelante estos sistemas que aprovechan a la comunidad internacional en su conjunto.
Pese a estos adelantos ambientales aplicados a la subsistencia, es probable que se convierta en la primera nación de refugiados ambientales. A su vez, como Tuvalu, prácticamente no genera emisiones de gases de efecto invernadero, los proyectos de energía renovable que tienen lugar allí no califican para el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) previsto en el Protocolo de Kyoto, firmados en esa ciudad de Japón en 1997.
El (MDL), es un acuerdo suscripto en el art 12 del Protocolo de Kyoto, el cual permite, a los gobiernos de los países industrializados y empresas públicas y privadas, suscribir acuerdos para reducir la tasa de los gases de efecto invernadero. Así como permite la transferencia de tecnologías limpias entre los países.
El (MDL) permite que los contaminantes de un país ganen "créditos de carbono" al reducir las emisiones de gases invernadero en otro. Cientos de millones de dólares son gastados en proyectos de MDL alrededor del mundo. Pero, de ellos, ni un centavo va para Tuvalu, indicó Hemstock, que considera que esta situación es "atroz".

La conciencia ambiental en la isla aumentó drásticamente y sus habitantes han sido participes, "fantásticos y entusiastas" en los primeros pasos del plan "Small is Beautiful", se llevan a cabo trabajos de limpieza en toda la comunidad y se prevé el inicio de un proyecto de biodiesel que utiliza palma de coco.
El eje horizontal representa el IDH (índice de desarrollo humano) elaborado por la ONU. Este tiene en cuenta a los países según su esperanza de vida, su nivel educativo y su PIB entre otras cosas. El eje vertical cuenta los planetas Tierra necesarios para mantener el nivel de vida si todo el mundo tuviese el nivel de vida de esos países. Se considera que un país tiene un IDH alto a partir de 0,8 lo cual superamos ampliamente en comparación con otros países. De poco sirve que hablemos de solidaridad, que hablemos de ecología, que hablemos de desarrollo sostenible, que hablemos de igualdad si seguimos creciendo más rápido que lo que soporta la Tierra.

Introducción a una teoría antieconómica.
Comenzare considerando dos definiciones de sustentabilidad, por un lado la que encuentra su basamento en la utilidad, frente a la concepción del flujo total, para luego pasar a esbozar el concepto de desarrollo, desde la tesitura económica. Entendiendo el crecimiento dentro de óptica del PBI, por integración económica global. Entrando así en el conflicto que se propone entre crecimiento y sustentabilidad y fijando aquí la hipótesis a la que se le pretenderá dar respuesta, hasta llegar a una política global para el desarrollo sustentable.

La HIPOTESIS SATELITE que se presenta es la siguiente
¿El crecimiento económico de un país, puede devenir en antieconómico?
La utilidad vs el flujo total. Una posición para la sustentabilidad.
Desarrollo sustentable. Que es lo que se sostiene?
En primer lugar diré que la utilidad debe ser sostenida, esto es la utilidad de las futuras generaciones no debe ser declinante, en tanto y en cuanto el futuro, debe ser al menos tan bueno como el presente, en términos de utilidad. Esta utilidad se entiende como la per cápita de los miembros de una generación, esto en términos de utilitarismo, la utilidad es la medida de la satisfacción. En esta raíz, la sustentabilidad se apoya en la oportunidad de satisfacer las necesidades de las generaciones futuras en términos no materiales, sino simplemente utilitarios.
Por su parte la corriente que sostiene la teoría del flujo total, reza por la necesidad de mantener el canal absoluto, el que debe ser sostenido, entendido no en razón de la utilidad, sino en razón de la materia. En tal sentido, se entiende que se debe sostener el flujo físico de las fuentes naturales, las que no deben disminuir. Entonces la capacidad física del ecosistema debe sostenerse, así el flujo del capital natural, no debe disminuir, desde la materia, debe mantearse incólume.
Así, de la misma manera que en la tesitura utilitarista, el futuro será al menos, tan bueno, como el presente, sin que se entienda que el presente es bueno, pero seguramente podría ser peor. Entendiendo que los daños ambientales son irreversibles, cualquier política puede orientarse a conservar el acervo natural, pero difícilmente, podrán revertirse las lesiones que sufrió este, pues el agotamiento actual del mismo es una realidad.
Para mantener este flujo total deben conservarse los recurso biofísicos y los servicios naturales actuales, que presta nuestro ecosistema, pues no puede pretenderse revertir efecto alguno cuando la tasa de renovación del recurso es milenaria, casualmente estos son los mentados recursos no renovables.

El capital natural, es la capacidad del ecosistema para suministrar tanto un flujo de recursos naturales como de servicios provenientes de este, el mantenimiento de este flujo es conocido como sustentabilidad dura, la que se diferencia de la débil, pues esta última también tiene el agregado del hombre, para potenciar este flujo.
La política de la sustentabilidad, tal vez sea más un anhelo que una realidad, en un mundo, donde el aumento poblacional global, excede las expectativas de la sustentabilidad misma. Tal vez sea una verdad incómoda, revelar que no es posible sostener algo que prima facie, no es suficiente para cubrir las expectativas de generaciones nacientes. Pero estas últimas líneas, tal vez sean una visión apocalíptica de algo tan generoso y magnánimo, como es la naturaleza en el sentido amplio de la palabra, la que nos ha soportado durante generaciones y se ha reinventado y repotenciado aun en medio de su propio desgaste para cubrir las necesidades de quienes hoy la han agotado.
Seguramente es mejor una política de sustentabilidad, aunque esta no sea suficiente, que una política de vaciamiento, como hoy día se desarrolla en este planeta. Tal problemática puede ser paliada a través de una sustentabilidad, que complemente el flujo natural con el agregado del hombre, sin que se entienda como una sustentabilidad débil, sino como una sustentabilidad mixta.
Aceptando así una política de sustentabilidad, sostengo que debe pensarse en la posibilidad de desarrollar la teoría del sostenimiento del flujo total y no así la de la utilidad, pues en esencia, la utilidad no es mensurable, la utilidad es solo una experiencia, no es una cosa, por tanto esta es variable. No podemos pensar en experiencias de generaciones futuras, más si podemos dejar cosas y en menor medida algún conocimiento de utilidad y en tales rumbos, si las generaciones futuras, son felices o miserables con tales recursos heredados, esto escaparía de nuestras posibilidades.
En estos rumbos, la sustentabilidad por flujo total es mensurable y transferible entre generaciones, posibilitando el siglo de transferencia desde y hacia la naturaleza combinada con el uso del entorno. Este concepto describe un flujo metabólico, dentro de una economía, que en su dimensión física se compone de cosas, con el agregado artificial maquinaria, dentro de las llamadas estructuras disipativas que se mantienen con un flujo natural desde el entorno.Que el flujo total sea sostenido, es que el flujo físico proveniente de las fuerzas naturales, a través de su contacto con las estructuras disipativas de la economía, no se degrade y vuelva esta potencia a sus sumideros naturales. La capacidad del ecosistema de mantener este flujo, no debe disminuir. Esto sería la sustentabilidad desde la teoría del flujo total.
Este flujo es metabólico, en tales consideraciones y a modo ejemplificativo un animal sin tracto digestivo, que permita un proceso metabólico, a través de un flujo, que se conecta con el ambiente (alimentación y proceso digestivo), no podría vivir. Pero si existiere un animal, que careciere de sistema metabólico y poseyere, solo un sistema circulatorio, sería más que un animal una maquina perpetua, pues el siglo de la circulación es cerrado. Este ejemplo inspira a los ambientalistas y biólogos en contraposición a los economistas, pues el sistema de flujo digestivo ha inspirado por su contacto necesario con el sustento que brinda el ambiente a mas ambientalistas y biólogos que a economistas, lo que se i lustran ,en el siglo constante de la sangre. Así el economista ve a los recursos de la naturaleza como una fuente ilimitada y cerrada, siendo un mero instrumento al servicio de la producción. Pero se olvidan que toda economía requiere del sistema abierto pues la fuente primigenia de provisión está en los limitados recursos del ambiente.

Que algo sea sustentable, no implica, que sea para siempre. La sustentabilidad es solo una forma de mantener el valor de la longevidad, inspirada en concepciones de justicia e igualdad, para las generaciones futuras, como valor superior.
En general los flujos se inspiran en recursos no renovables “aquellos que agitan la guerra, en los confines de la debilitada paz planetaria, de la mano de potencias imperiales, fieles representantes del capital. Pero que olvidaron que la economía va a vivir mucho menos que el universo en su extensión”.
En resumidas cuentas la sustentabilidad implica, la no depresión del recurso, que basamenta un sistema, a través de la voluntad de compartir, lo que no es renovable, con generaciones futuras. Aunque existe la esperanza, de que lo no renovable, sea, no necesario para estas. Pero la longevidad del recurso dentro de una política de sustentabilidad, no es suficiente, si dentro de esa sustentabilidad, el recurso no es compartido entre todos. No es sustentable algo que es para unos pocos, el recurso debe sostener a todos, la vida es única, no hay una vida más valiosa que otra y no hay un recurso más propio, para unos que para otros, cuando la subsistencia de la especie es la premisa que pone en jaque todo el sistema.
Con esta reflexión cierro el primer apartado. Que sea sustentable, no solo es, que la potencia para proveer del recurso no decline, sino que efectivamente sustente a todos y no solo a algunos.

El desarrollo. Extensión del concepto.
El desarrollo, que es subdesarrollo. “Cuando el desarrollo, no nos hace crecer”.
El desarrollo, es la mayor utilidad por unidad de flujo total. Así crecimiento, es mayor flujo. Pero desde la técnica económica actual, no se define el concepto de flujo, por lo que hay que entender al desarrollo, como el crecimiento del PBI. Entendido este como el valor monetario de los bienes y servicios finales producidos dentro de una economía en un periodo determinado.
En primer lugar debe sentarse, que tal esperanza de crecimiento, debe ir principalmente a los más empobrecidos dentro del sistema. Esto se sostiene como una condición adicional del desarrollo global, pero sin que se entienda como una redistribución que va de la quita del más rico al más pobre, pues en una sociedad en la que se anhela la paz, no es admisible una lucha de clases.
Pero si es admisible, una correcta recomposición del PBI, con una adecuada política administrativa, que puede ir del traspaso de bienes privatizados a públicos nuevamente, en la medida del agravio producido por el sector privado, sin que se entienda, como una interferencia del Estado dentro de las políticas de libre mercado imperantes.
Es condición adicional del desarrollo, que los beneficios de este, alcancen a los más empobrecidos. Dentro de concepciones humanitarias, que son el pilar fundante de todo pensamiento de desarrollo sustentable, pues en esencia la sustentabilidad y el mismo desarrollo, es en medida de la solidaridad.

El desarrollo económico puede devenir en un subdesarrollo ecológico, con una impronta antieconómica. La degradación ambiental, hace más pobres y no más ricos, a los que ya eran pobres o ricos. Dentro de una sociedad en la cual, no es más rico el que más renta percibe, sino quien mejor protege sus recursos naturales.
A medida que la macroeconomía crece, “aumenta el flujo”. Pero no lo hace en vacío, sino que lo hace sobre un ecosistema finito agrediendo el capital natural. De modo que es solución, invertir la renta en recursos sustitutos renovables, realizando un aporte, a un flujo total sustentable, a largo plazo y adepto a la protección del ecosistema.
La inversión de la renta en recursos no renovables, es contrapuesta a la idea de sustentabilidad, no a la de desarrollo. Pues el desarrollo del PBI, por la explotación y el desgaste de los recursos no renovables, es considerado un subdesarrollo del ambiente, del que resulta un coktail, de polución, agotamiento, calentamiento planetario y perdida de energía en la atmosfera y en los océanos. Esto da como resultante un flujo creciente, que brinda males ambientales, a mayor velocidad que riquezas, por acumulación de rentas y crecimiento del PBI. Por lo que el desarrollo puede ser entendido como antieconómico.
En tales líneas, la inversión en recursos renovables, genera un crecimiento sin costo ambiental, política primigenia de toda sustentabilidad. Pues el crecimiento económico, no puede acarear el desvanecimiento ambiental, dentro de la teoría del flujo total metabólico, en la cual el ambiente es el principal sostén de dicha económica. Tal crecimiento microeconómico del PBI y dentro de la teoría económica es antieconómico para la macroeconomía.
Es una paradoja, el crecimiento, ya no es crecimiento, ya no es económico, ya no es sustentable, sino que el crecimiento en tales condiciones es el principal motor para el fin de la economía de mercado en la cual se vive y tal vez de todo tipo de economía de subsistencia si se quiere.
Así, hay que entender que la riqueza, no tiene nada que ver con el bienestar, la riqueza neta en tales condiciones, genera el efecto contrario a toda política de sustentabilidad económica y crecimiento real, ajeno a la solidaridad generacional y a la herencia como pilar de lo sustentable.
Con tales razonamientos, el crecimiento en los países más ricos, puede ser antieconómico y el crecimiento en los países pobres, donde la renta del PBI, se destina a vivienda, vestuario y alimentación, es muy probable que aun siga siendo económico. Pues estas necesidades son absolutas y deben ser saciadas, considerándose que un crecimiento que es antieconómico, no es equivalente a bienestar.
En cuestiones del ambiente, más es menos… el agotamiento de los recursos naturales, la polución y el calentamiento global, no pueden ser tratados como costes sorpresivos para la economía.
Entiéndase crecimiento antieconómico, el proceso inflacionario de la macroeconomía, por incremento del micro economía a coste de la deflación del flujo de provisión ambiental, por desgaste de los recursos naturales, aplicados a la producción.

Los países subdesarrollados, al igual que los desarrollados, pueden perjudicarse, si aplican a la producción el consumo del capital neutral, agotándolo vg. Por la explotación de metales en la minería, por el agotamiento de las especies mediante la pesca no controlada, por la tala de los bosques o selvas, etc.
Dentro de esta mirada y aun en países pobres el crecimiento de la macroeconomía, no implica un verdadero crecimiento, porque para la teoría económica, resulta antieconómico “es un crecimiento fantasma o en vacío”. Así la regla cardinal del crecimiento, para mantener un desarrollo sustentable, será crecer hasta el punto en que los costos marginales igualen a los beneficios.
Esta regla importa, la necesidad de parar de crecer, para que el desarrollo, sea realmente sustentable. Porque la microeconomía, crece compitiendo por los recursos de los otros microcomponentes, incurriendo en costos de oportunidad.
Así, el conjunto macroeconómico crece y tiene su excedente para comprar las exportaciones de los países emergentes, en un sistema vicioso de capital, que nada tiene que ver con el desarrollo sustentable. Pues la microecomia compite por conseguir sus recursos, los agota, se elástica la macroeconomía y funciona a corto plazo en un sistema capitalista de agotamiento no de sustentabilidad. La economía de este sistema, crece en vacío, pues los costos de crecimiento son demasiado elevados y por tal antieconómicos.

El PBI. A que se le agrega el valor?
El crecimiento de flujos de la macroeconomía, es posible, a través de la degradación del ecosistema, dentro de la teoría económica actuante.
Los economistas definen al PBI, como la suma del valor agregado por el trabajo y el capital en el proceso de producción. Pero, la pregunta es, a que se está agregando valor? Este valor tiene que ser agregado a algo, el valor debe ser agregado, a la semilla, el suelo, la lluvia, por la cual se posibilito que creciera el trigo, el sorgo, la soja, que luego serán procesados con nuestro trabajo, a través de las estructuras disipativas. Así el valor debe ser agregado al valor contributivo que da la naturaleza, que fue la potencia originaria del flujo. Se pelea, por el acceso igualitario al legado de la naturaleza, por lo tanto debe ser agregado sobre el valor contributivo de esta última. Porque, según la teoría económica, el PBI, no valoriza el aporte de la naturaleza sino que el valor agregado es al trabajo y al capital aportado y el coste natural, es cero.
Nosotros pagamos por el valor del combustible derivado del petróleo, en razón, al reflejo del trabajo y el capital, aportado para perforar, bombear y refinar el petróleo. No por el valor del petróleo en sí. Que es costeado en cero, siempre que exista algo para extraer. El valor final, es por la complejidad de extracción y refinado y el capital aportado. Aunque el verdadero valor, debería ser agregado al recurso natural, que ha brindado la milenaria biosfera, que aporto un recurso de tasa no renovable. Y no al proceso productivo. A esto se debe agregar el valor, pues es inadmisible estimarlo en costo cero. El valor agregado, es al insumo natural utilizado.

La visión económica de la naturaleza.
Los economistas, consideraron tradicionalmente a la naturaleza, como una dimensión infinita, en relación con la economía, que es finita. Por lo tanto, la primera no es escasa y se le ha asignado un costo cero, frente a la segunda que es la ciencia pura de la escasez.
Pero, la naturaleza es escaza y se profundiza cada vez más, con el incremento de los flujos económicos. Así, los recursos de la naturaleza deben ser costeados, obteniendo un desarrollo sustentable de los flujos. En tal sentido, la renta, debe ser el pago, por sobre el precio del suministro necesario en un sistema de producción de recursos escasos.
El valor, debe ser agregado al uso del ecosistema, traduciéndose, en el pago de un suministro “el costo no puede ser cero”. Al valor agregado del capital y el trabajo, se le debe sumar el agregado por el uso del ecosistema, como valor primigenio que posibilita la producción.
Hay que reconocer, la contribución productiva que brinda la naturaleza, para que se llegue a lograr un desarrollo sustentable. Pues, la provisión de la naturaleza no es infinita, sino que es escasa y el principal problema de tal sistema productivo, es la escasez. Como la economía es la ciencia pura de la escasez, los recursos del ecosistema, de igual modo, también lo son.

Principios y políticas para un desarrollo sustentable.
La carga del valor agregado al precio, por el uso del recurso, debe utilizarse, para la reprocura del mismo, no para quien obtiene el precio del producto final.
La contraprestación, pagadera con un valor agregado, que se trasforma en renta, por el uso de la escasez, que se ha de recaudar, por la provisión de bienes públicos ambientales. Debe ser utilizado, no solo para aliviar la pobreza, como exigencia agregada, sino, para financiar la provisión de otros bienes públicos.
En esencia, se trata, de una eficiencia en la recaudación de la renta, que debe ser redistribuida en recursos que alivien el uso del ecosistema. Excluyendo, la utilización de recursos no renovables y trasladando la renta, a la apertura y utilización de recursos renovables. Esta, sería una política económica ambiental de la eficiencia, dentro de la ciencia de la escasez. Creando con la renta que devino del valor agregado por el uso del ecosistema, un sistema de desarrollo sustentable, a través del uso de fuentes renovables, por efecto de la inversión del sector público.
En tales rumbos, la justicia social que crea el sistema, es valor absoluto, en una economía que va de la mano con el medio ambiente.

CONLUSIONES AL APARTADO.
Respuestas a la hipótesis inicial.
Reducir la pobreza, es el objetivo primario de todo desarrollo. Empero, no puede alcanzarse ese objetivo, a través del crecimiento no sustentable, por dos razones.
En primer lugar, porque el crecimiento del PBI, ha incrementado el costo ambiental, más rápidamente de lo que aumentan los beneficios de la producción, por lo que deviene en antieconómico y tal crecimiento es productor de empobrecimientos mayores.
En segundo lugar, un crecimiento económico, no implica el aumento del bienestar, toda vez que los servicios que se producen, no satisfacen necesidades primarias ambientales.
Tales conclusiones, implican, la necesidad de restringir el crecimiento antieconómico de los países, gravando el uso de los recursos naturales, a través del impuesto ecológico y la traslación del valor agregado al uso del recurso, para limitar el crecimiento microeconómico, que ha degradado el ecosistema. Pues, el flujo total, no puede ser producto de esta aventura, que solo nos está delimitando como una sociedad egoísta, en la que los recursos naturales que hoy conocemos, no serán parte del acervo hereditario de las generaciones venideras, por lo que nuestra herencia originaria se reduce a cenizas.
Toda política de desarrollo sustentable, implica, la necesidad de aplicar políticas institucionales en dirección a un sistema de beneficio ambiental, dentro del cual se sorteen las imprevisiones económicas, que pueden afectar, una política rígida de desarrollo sostenido.
El norte dentro de toda teoría de desarrollo sostenido, es el esfuerzo conjunto, para proveer a la conservación de la potencia del recurso medioambiental, en miras de conservarla, para que las generaciones futuras, puedan hacer igual uso del mismo y atender a la premisa de que el futuro sea, al menos tan bueno como el presente.